jueves, 20 de agosto de 2009

ahí te va en tus 31, dijo Juan!



roll the dice

if you’re going to try, go all the
way.
otherwise, don’t even start.

if you’re going to try, go all the
way.
this could mean losing girlfriends,
wives, relatives, jobs and
maybe your mind.

go all the way.
it could mean not eating for 3 or 4 days.
it could mean freezing on a
park bench.
it could mean jail,
it could mean derision,
mockery,
isolation.
isolation is the gift,
all the others are a test of your
endurance, of
how much you really want to
do it.
and you’ll do it
despite rejection and the worst odds
and it will be better than
anything else
you can imagine.

if you’re going to try,
go all the way.
there is no other feeling like
that.
you will be alone with the gods
and the nights will flame with
fire.

do it, do it, do it.
do it.

all the way
all the way.

you will ride life straight to
perfect laughter, its
the only good fight
there is.

- Charles Bukowski

martes, 18 de agosto de 2009

Cara de Ceiba


y si entonces me siembro en la tierra
aprovechando una caída libre
me cubro y me escondo

y si entonces crezco
me desenrosco verde y juncal
me florezco

y si entonces viene el viento
largo y suave
viento de las tardes arreboladas de Agosto
cielo despejado
despojado

y si entonces viajo,
revolcada en tu pelo
inundada en tu boca
boca cara de yo no compro colgate

y me quedo batallando con tu mente conciente
con tus palabras apiladas de memoria
con tu brazo empuñando fuertemente
con nuestras contradicciones

tu entonces emprendes viaje con mis ojos
con mis perlas
con mi boca cara de pulpo
y tus sonrisas de biche.


lunes, 22 de junio de 2009

de esas cosas que uno se encuentra leyendo y se impresiona...

"...poseía una personalidad y una inteligencia tan persuasivas como deliciosas, rica en cultura y humor. Estar a su lado era una alegría. Su cuerpo provocaba vértigo, una piel suave, una mata leonina de pelo, unas piernas largas y juncales, una figura tan llena de curvas que pasar la mano era como un viaje en montaña rusa. Tenía encanto, ingenio, era una tenaz consumidora de cultura y una fiera en la cama..."

Cuentos sin plumas
Woody Allen
...esto se lo dedico, a los que trabajan por un sueldo bajito, pa darle de comer a sus pollitos...

Residente Calle 13

Calle 13 Feat. Ruben Blades - La Perla

jueves, 11 de junio de 2009

Agua

Unas botas rojas
de rayas
un poema
que me congele
bajo el agua
bajo el manto azul
bajo los tiempos
sin temor
de volarte
en medio de la tarde
y el viento...

martes, 9 de junio de 2009

domingo, 7 de junio de 2009

Noche, 3 am

En esta noche de decepción, ira e intranquilidad quisiera decir algunas cosas como que “its only been a week, aunque parezca un año, nada pasa y habría que enterarse menos de lo que pasa fuera, debería encubrirse uno un poco de las situaciones vitales y no dejarse arrullar por el movimiento de las pasiones, que vienen desenfrenadas con energía mareólica. No es necesario describir con letras las imágenes, pues las cosas inanes de materia se esfuman, como analogías y crucigramas. Luego entonces queda la noche, esa que deviene el verdadero ser inerte que yace dormido en nosotros como un pedazo de suerte loca, sin madre ni padre…empieza la historia con una muerte lenta de esas pasionales, media torcida, que se reconoce solamente en un espejo cubista que tiene ella en la parte alta de la habitación. Habría que decir alta, porque la habitación tiene un pequeño altillo, con luces bajas de bombillos de 20 voltios. Allí se rieron mientras hacían el amor, en el altillo. Luego durmieron. Hoy me he despertado con una sensación de no ser la del altillo, y veo por la ventana como se filtra la luz y casi me vuelvo etérea. Sin querer, renuncio a todo lo que ocurre a mi alrededor. Me entero de lo que pasa por mi mente que se convierte en conocimientos metodológicamente organizados en carpetas cognitivas de las cuales se extrae cada tanto un pedazo para completar una que otra frase.

Porque si uno se pone a pensar es tanto lo que nos envilecemos por tonterías que se van convirtiendo en la vida, cuando habría que estar leyendo buenas novelas gráficas y oyendo buena música todo el día. Desayunando desnuda en tu casa. Sin nadie que te chingue la existencia. Sin que nadie pase por tu mente sin pasar por tu casa, por tu cama.

Sobretodo si son las 3 de la mañana y te has tomado dos botellas de un buen vino tinto.

martes, 2 de junio de 2009

Tachuelas

Basada en una idea nacida en una caminata por la ciudad con mi amigo, el autor.

Lo último que toma Silvia antes de salir es el tarrito con las tachuelas, un tarrito negro un poco más grande que el de un rollo de fotografía, ¿se acuerdan?, que Silvia mantiene lleno de tachuelas para arrojarles a los aborrecidos carros que recorren todos los rincones de la ciudad, y que siempre está sobre el murito de la salida al lado de la puerta. Casi nunca se olvida y para cuando eso pasa, Silvia guarda entre los bolsillos de todas sus chaquetas y abrigos, una chaqueta, un abrigo, dos o tres tachuelas sueltas lista para ser arrojadas o puestas ante cualquier impulso que sienta o ante cualquier imprevisto. Esta mañana cuando tomó el tarro sintió que estaba vacío, recordó la noche anterior en la que el tarro se desocupó ante una hilera de carros que esperaban haciendo estorbo en la calle, quitando espacio para caminar esperando a que acabase algún evento, algún show, como una comida o algo así. Hubo una tachuela para cada carro y Silvia recordó que se tomó el tiempo necesario para asegurarse que cada tachuela quedara bien puesta, que no se desperdiciara ninguna, que en cualquier momento de la noche o a más tardar de la mañana siguiente, la llanta estuviera sin aire. Fue a buscar entonces en el tarro grande y rellenó el de salir. Se puso encima el abrigo negro, más que un abrigo parecía una capa, y salió a la calle, al día frío, gris-verdoso y plomizo. Para su sorpresa no se encontró con ningún carro que ameritara una tachuela en varias calles luego que empezó caminar, hay que escoger, siempre hay que escoger porque de lo contrario Silvia no tendría un solo momento de descanso ante lo irremediable de suelo asfaltado. Mientras caminaba recordó el día en que entendió que su tarea no consistía en acabar con nada sino en pinchar llantas, simplemente, como una labor cotidiana ejercida durante toda su vida, de pronto se quedó rígida en la calle frente un pequeño coupé plateado, aderezado todo para parecer un auto de competencia, algo más horrible y más inútil. Con el pulgar de la mano derecha Silvia retira la tapa del tarro adentro del bolsillo y se decide por tres tachuelas; dos en la llanta izquierda delantera, y una en la trasera derecha. Silvia las deja y se retira a un lugar para observar quién es el dueño del carro que ha intervenido como ella misma dice. Luego de una media hora, un hombrecito de un traje apretado y sudoroso, desactiva el sistema de seguridad, ¡bip!, Silvia espera de pié en la acera al otro lado de la calle, el motor se enciende y el carro arranca, Silvia escucha como por lo menos dos de las tres tachuelas se clavan, espero que sea una en cada llanta y no sólo las dos delanteras, mejor dos que una, luego Silvia se retira dejando caer los pasos y una sonrisa llena de orgullo y satisfacción por la labor cumplida. Dos calles más adelante Silvia se encontrará con una patrulla de la policía y se decidirá por cuatro tachuelas, es una labor difícil sobre todo si la patrulla está vacía, pero Silvia siempre ha sido valiente y sabe como tomar riesgos, y además siempre ha tenido suerte con los tombos; nunca nadie dijo que una labor por ser cotidiana fuese ligera, tranquila, es más bien todo lo contrario, sobretodo después que has comenzado, que has arrojado la primer tachuela….

j.r.r.

lunes, 1 de junio de 2009

Príncipe de Gales

La cosa nació como un destello mágico. Cada segundo inspiraba el siguiente casi sin proponérselo. El viento pasaba y traía tanta risa, tanto de eso de entenderse con la mirada pero también con las palabras, y con el tacto, ah el tacto, eso si que resultaba bello. Luego llegaron y volaron misivas como escritas por algún inquilino atrincherado en medio de la confusión. Se escribió en diferentes lenguas, recuerdo tener que recorrer calles rotas y malolientes buscando un viejo abuelo de Burma para después retorcerme de la risa con alguna de sus aseveraciones crueles pero leves, de ese humor que no puede ser negro sino como rosa subido, como fucsia que sale en camiseta y medias interrumpidas por chicle o lycra, dependiendo del dialecto, porque también se escribió en diferentes dialectos, unos tan obvios que había que ducharse para liberarse de la melcocha que lo había terminado por envolver a uno, en cambio otros tan emocionantes! a mi me gustaba que me llamara Konsomola y se despidiera en ruso, con letras que puestas frente al espejo no eran mas que graciosas frases dibujadas con la rectitud de esa nación que hasta en su caligrafía se le puede ver tan rígida y distante.

Siempre supe que algún día las misivas se iban a acabar, sentía mas que miedo, algo así cómo un constante interrogante, qué iba a ser de mi entonces, a dónde habría que ir, y las cartas? tendría que deshacerme de ellas a como diera lugar, pero era justo desaparecer tanto de literatura, de gozadera, como discos de vinyl llenos de canciones dedicadas a lo no importante para poder decir entonces dos palabras importantes que yo descubría después de visitar tantos escenarios casi como alucinando y volverme bruja para poder entender que la mezcla de ascanio y nitrato de sodio da como resultado ir a Mercury Street a buscar otra misiva que me llevaría a comprar almendras cubiertas con chocolate para poder comunicarle urgentemente que era preciso moverse pues ya alguien había estado haciendo preguntas sobre mi extraña presencia en ese conventillo y no era prudente, por más que nos gustara tanto como se filtraba la luz por el zaguán y el cerezo entonces nos regalara sombras cambiantes sobre los azulejos de altar que quién sabe por qué terminaron en ese zaguán, de ese conventillo.

Y entonces me la encuentro bajo el puente vestida de burguesa, con ese abrigo príncipe de gales tan viejo pero que le entallaba tan elegantemente la cintura, que nadie podía en medio del asombro y el suspiro, más que darle el paso o echarle una de esas miradas llenas de envidia y admiración. Pasa cerca de mí, yo ya la había divisado, me acuerdo tanto la tarde que encontramos ese abrigo colgado en el perchero del café nuevayork, donde siempre salíamos con una tartaleta de limón que nos devorábamos en minutos para después sentarnos en una banca a disfrutar de esa avenida tan bella, siempre, menos ese día que tuvimos hasta que olvidar la tartaleta para poder salir rápidamente sin despertar sospechas y luego correr muertas de risa sin parar, hasta el zaguán, que ese día le entraba el sol como nunca e iluminaba el minúsculo hilo plateado que sirvió como seña para reconocer que se trataba de un paño real príncipe de gales y por ende había que aprovechar y no dudar. Cuando la vi bajando la alameda para pasar debajo del puente brilló una vez más el hilo plateado entonces supe que entre la gente como nosotras no había coincidencias aunque la verdad fuera que no era difícil suponer que a esa hora de la tarde yo iba a cruzar el puente por debajo buscando algún pedazo de madera podrido que me sirviera para el collage del momento.


Entonces pasa con cuidado, que las alas no se rompan al volar-,
me dice susurrando al oído e inmediatamente grita, oh no, otra vez dejé olvidado el paraguas! Y corre de vuelta mientras las miradas la siguen y el hilo plateado delinea la cintura. Vaya, habría que ir grabándolo todo en la vida para no olvidar esos momentos donde lo realmente importante se vuelve advertencia y también poesía, pienso.
Y entonces vuelvo al conventillo, me siento en el mismo murito mientras leo una novela policíaca poco interesante, vislumbro de reojo el zaguán y las sombras del cerezo. Portazo. Pasos de esos tipos corriendo como suelen correr, chocando las botas fuerte contra el piso. Sigo mirando de reojo las sombras del cerezo, y con esta luz tan bella de las 5 de la tarde, pienso un poco melancólica. Pasos apresurados trastabillados. De reojo la veo entre tantas manos que la sostienen fuertemente.
-Allá donde voy no entra la luz. Tu, quieres un verdadero príncipe de Gales? Se sacude fuertemente las manos que la sostienen, se quita el abrigo y lo deja tirado ahí mismo, en el zaguán. Pasos apresurados y enredados de los tipos y suyos. Dejo el reojo y miro fijamente como el hilo de plata empieza a brillar y a jugar con las sombras del cerezo.

Siento el camión alejarse y entonces me levanto y recojo el príncipe de Gales, veo como me marca la cintura que casi el cerezo canta, me abrazo. Manos a los bolsillos. Misiva. Oh, fantástico ahora encontrar quien hable serbio.


SILVIA OJEDA
Julio 13, 2008
Teusaquillo.

reflexión

La masiva propensión a los narcóticos revela una falencia espiritual en la época. El problema no es acabar en lo inmediato con el consumo a través de una eficaz política policiva o de salud pública, sino reconstruir nuestro sentido de lo sagrado, la mayor pérdida de occidente desde que la institución monopolizó la comunicación con Dios y confinó la espiritualidad en un lugar externo al hombre. La misma boba externalidad y dependencia que hoy, curiosamente, nos propone el goce narcótico.

CADAVER EXQUISITO MARZO 6 DE 2009 CASA DE SAM Y ALE

CADAVER EXQUISITO MARZO 6 DE 2009 CASA DE SAM Y ALE

BIENvenidos todos
al azul
entran todos en esta
clase de mecanografía

a´8
Aaá
bueno, llegó el momento de decir…
punto seguido.
quien puede saber si es más fácil tener razón en una tarde rosada de esas que últimamente pegan en las ventanas de los edificios de al lado,
las medianeras…con ventanas

LAS MEDIANERAS
esas que nos encantan a ti y a mi y a todos
estamos en la buena SALSAAAAAA
Y CUBA CUUUUBA CUBA CUBA
CERRAR LOS OJOS Y CORRER A LA LUNA
DE ESTA GUAMA////NI UNA PEPA
QUIERO TU/
dicen que los cuchillos pero yo te digo caricias, poesía, chi….

Como no, comi no, plátano coli o colicero pero sabe bueno
mas noches, mas cuentos y el plátano en nuevas presentaciones :)
es el final amigo es el final
todo el maldito mundo está fuera de lugar
porque cuando se levanta la cara de lo que fue tu mejor amigo y es un….
solo una cantidad de gente hablando aquí
que los no..nos hablan por la noche
ello que fue….salen de los árboles
la íntima conversación

Menos mal me quedas tu, con tu príncipe de gales,
entallándote la cintura, y es eso, la cintura, tu cintura, mi cintura o con tura literatura…
llegamos, se estalló
lo que necesitamos, lo que somos tu y yo,
lo QUE SOMOS

Y LO QUE SIGUE, CINTURA TURA, AH Y TU CINTURA
VIAJO
VIAJES COLORIDOS
VIAJES COLORIDOS POR LA NOCHE CON EL DULCE SABOR DEL AGUA
YA NO RECUERDO?
O TAL VEZ SI ES PRESENTE PERO TE BUSCO LADY STARDUST
QUE SI CULTIVAS BADEA O BABA
O TE QUEDAS O TE VAS
O TE LLEVO O TE LLEVAS
CREO QUE TE LLEVAS Y ME LLEVAS
COMO SEA PERO LO IMPORTANTE ES QUE ME VAS
THE END

yo veia a las 3, quiero ser, qué locura, déjeme decirle…
yo no tengo problema, me arruncho, contigo
quien eres? Lo se.
un ave, vienes y vuelas sobre mi piel como mordiéndome
ah y se va, el aliento…

EDITORA SI
ELLA
no es poesía es HILOROJO
es lo que viene en la vida
sos vos con proa
pinkfloyd sidbarret
vida colores sabores sonidos cuerpos ojos
that cat something I cant explain

no hay palabras
no hay razones
solo adioses y hastaluegos
no sé cuándo
no sé dónde…
entonces se vuelve trampa
te vas y queda sólo la obscuridad
está bien, quiero todo de ti, y de ella,
la sombra de mis noches vacías de años luz,
luz de tu mirada…

el principio del final
el final del principio

vIenToCiElo

quisiera escribirte algo a ti
cielo
palabras que broten viento
a mi
cielo
viento que vuela
suave
como líneas mutantes
de esos jets que dejan huellas
en el cielo
como la que dejaste
con garabatos mutantes
como esos que dejan los jets
cielo

vienes desde lejos
y mi olor te toca
y me preguntas
y me reconoces desde siempre
con el pelo bien peinado
antes de subir al cielo

y me pregunto
líneas de mi vuelo ardiente
ese vuelo empezado desde siempre
desde una tarde con escaleras en espiral

quieres vuelos
en este viento
que augura pesadillas
vómitos y ganas de llorar
pero que es vuelo
como esos que hacen los jets

mi vuelo
de viento
te revuelca
suavemente
aunque tu
cielo
parezcas inmutable
te mutas
y te retuerces con el viento
cielo
y entonces ya no hay dos
hay comunión
viento
cielo

viernes, 29 de mayo de 2009

martes, 5 de mayo de 2009

miércoles, 22 de abril de 2009

lunes, 6 de abril de 2009

sobre la dosis mínima

Aunque las columnas de Daniel Samper hijo suelen resultar discriminatorias y aburridas, debo admitir que en este caso fue capaz de decir aquello que ningún otro periodista se atrevía y lo aplaudo por ello...el quote, con gusto, para ustedes... "...La medida me produce muchas preguntas prácticas. Porque si sancionan la ley, ¿de verdad piensan arrestar a casi toda la clase dirigente colombiana?...

y ahora lo más inteligente de todo:

"...Siempre he creído en la legalización de la droga por varias razones: filosóficas, porque me parece que, desde que no moleste a los demás, cada quien tiene derecho a hacer lo que quiera con su tabique; ecológicas, porque el daño ambiental que producen las fumigaciones es peor que la droga misma; ecuánimes, porque ahora las drogas nos afectan a todos y si las legalizan afectarán sólo al que voluntariamente las elija; económicas, porque cuando pierda la inmensa rentabilidad que la prohibición le proporciona, el de la droga dejará de ser un sangriento negocio imposible de combatir..."

www.lasilvie.blogspot.com

jueves, 2 de abril de 2009

A mi, por favor, llámenme feminista…

Con gran preocupación me he ido encontrando, cada vez más, con aseveraciones muy incorrectas acerca del feminismo en los medios masivos de comunicación. Hace algunos meses, escuché a la directora de la Revista Aló en su discurso de celebración de los 25 años de la revista, invitar a las lectoras a ser “más femeninas y menos feministas” como si no estuviera al tanto de que gracias al feminismo ella puede hoy, dirigirse a un público diverso, algo que estuvo vetado para las mujeres durante siglos. Pero más allá de la ignorancia como se afronta el tema del feminismo, me impresiona su relación con la equívoca idea de que el feminismo aleja a las mujeres de la feminidad. Recuerdo haberme encontrado en el editorial de la revista Cartel Urbano, con una prosa escrita por una mujer que prefiero no recordar, en la cual pedía a grito herido que se acabaran el feminismo y las mujeres feministas porque a ella le encantaba que le invitaran a un trago o que le abrieran la puerta del carro. Entonces el feminismo, a manos de los ignorantes incapaces de hacer una investigación un poco mas a fondo sobre una corriente filosófica que ha permitido conocer los múltiples talentos y capacidades de las mujeres, se convierte en una frivolidad donde supuestamente las feministas no tenemos el pelo largo, no nos ponemos bonitas y no dejamos que nos paguen la cuenta. Pero a quién se le ha ocurrido esta tonta idea? Cree la periodista de la revista Cartel Urbano o la directora de la revista Aló que las mujeres que salieron a exigir el voto femenino reclamando su derecho a elegir sus gobernantes estaban pensando en que les abrieran la puerta? O será que prefieren ellas ser tratadas como inútiles y que no sean tomadas en cuenta sus opiniones por su género? Y qué pasa cuando no puedes acceder a trabajo bien remunerado y a las condiciones laborales de ley por ser mujer, no se despelucarían un poco entonces éstas femeninas mujeres?

Yo no puedo permitir que al feminismo, que nos ha permitido expresarnos en la diversidad y no reclamando ninguna similitud al género masculino, se lo encasille de una manera tan superflua y tendenciosa. No queremos ser iguales a los hombres, no podríamos en todo caso, de eso no se trata el feminismo. No queremos pelear con el género masculino ni llamarlos mas o menos, ni compararnos en nuestro actuar. Somos diferentes, nos entendemos en la diferencia y allí no hay duda.

El feminismo hace repensar el género femenino en su rol dentro de la sociedad, de frente a todos sus desafíos y sus responsabilidades. Nos interesa replantear las relaciones humanas desde la mujer hacia todos los integrantes de una sociedad, volver a recorrer la historia buscando talentos femeninos, analizar cómo ciertas actitudes, de hombres y mujeres (porque a veces hay mas mujeres machistas que hombres), nos ponen en situaciones de desventaja. No es problema que me pagues la cuenta, siempre y cuando ello no me convierta inmediatamente en una persona con menores capacidades. La acción no se puede juzgar, ni la persona que la hace, pero a aquella que lo permite me gustaría invitarla a entender el feminismo como una corriente de pensamiento para que nuestro rol de cara a esa sociedad que tanto nos exige, esté en constante evolución y transformación, claro sin pasar por las frivolidades del largo del pelo o de la puerta del carro sino más bien exigiendo más respeto en el espacio público, más respeto en el entorno laboral ante nuestra forma de afrontar las dificultades, más entendimiento hacia la maternidad como un derecho y no como una obligación, más conciencia hacia los miles de casos de abuso sexual infantil que se dan en su mayoría en niñas. Gracias a esta corriente de pensamiento Ángela Benedetti presentó el proyecto “Para el uso del lenguaje con perspectiva de género” en el consejo de Bogotá buscando revolucionar el lenguaje con el fin de que las palabras sean menos sexistas y más incluyentes en la construcción de una sociedad menos discriminatoria y mas justa.

Entiendo que exista un mal entendimiento del feminismo por parte del genero masculino, que hasta el día de hoy no ha generado corrientes de pensamiento autocríticas que les permitan entender las relaciones humanas desde su propio género, desde aquellas cosas que los hacen hombres, que les permita entender porque es mas doloroso el abandono cuando es por ir tras otro hombre o por qué no es tan grave la infidelidad cuando su mujer se acuesta con otra mujer.

Ahora, que mujeres que usan los medios para comunicar opiniones, que han asistido a una universidad y se han formado, que hacen lo que les gusta y les pagan por hacer lo que mejor hacen, que pueden votar y elegir a sus gobernantes como también decidir a qué hora llegan a su casa, todo lo anterior gracias a la lucha feminista que se ha gestado durante años a manos de mujeres concientes y valientes, quieran convertir al feminismo en otra frivolidad del mundo capitalista e inconsciente en el que vivimos, es algo que no puedo comprender y que mientras pueda escribir, no voy a permitir.


He dicho.


SILVIE OJEDA
03/09

lunes, 30 de marzo de 2009

SIN ESPERARTE PERO EN TI PENSANDO….

Esta noche no te esperaba
Caí en un sueño profundo
Que aunque al principio pareció inmundo
Pronto entendí de qué se trataba

Soñé que veía miles de estrellas
Que en el firmamento danzaban
Y aun siendo las más bellas
Con extrañeza su danza me alteraba

Pronto me encontré en una balsa
que bruscamente se movía
pues lo de las estrellas no era una danza
sino que la balsa se mecía

a mi alrededor encontré solo agua
tormentosa y fría
y aunque hacía muchos esfuerzos
despertarme no podía

decidí nadar sin rumbo
y morir en el intento
aun sabiendo que mi mundo
moriría también en este cuento

así fue que vi una luz
que en el fondo destellaba
y aunque mas me acercaba
su luz no me encandilaba

me acerqué lentamente
toda mojada y sin aliento
lo vi a usted que simplemente
se secaba con el viento

pregunté si también había naufragado
su barca en alta mar
y me sorprendió su respirar
que no pareció agotado

sentí su abrazo fuerte
desde el fondo del corazón
y entonces entendí de repente
esta única contestación:

tu no has naufragado
ni tu balsa se ha extraviado
el destino asumió el timón
para abrir tu corazón.

De Lúcuma y otras sensaciones

La vimos a lo lejos. Ondulaba su cuerpo al ritmo de los hilos de la ruana y todo como dentro de una danza a-rítmica, sincopada y extraña. Primero hacía una venia larga mientras dibujaba en el piso el recorrido con una entrega total a la secuencia de número, que en un momento determinado dejaba de ser uno tras otro y se juntaban para formar rectángulos como de fichas de dominó pero con números explícitos en vez de puntitos negros.

El ritual se repetía una y otra vez aunque con frecuencia la venia preliminar se eliminaba sin sobresaltos para abandonarse libre a cada salto. En estos casos, Lúcuma mantenía las reglas precisas, pero todo ocurría mentalmente como en una especie de trance paranormal. En uno de esos trances estaba aquella mañana amarillosa que la divisamos por primera vez.

Caminamos hasta donde estaba para verla mejor, pero ella no nos miraba, solo saltaba. A veces el pie derecho, a veces el izquierdo, a veces los dos y en ese momento en que los dos pies aterrizan fuertemente sobre el rectángulo de dominó del 4 y el 5 sentimos el arribo a territorio seguro donde la posible pérdida del equilibrio y consecuente pisada de raya, es nula gracias al doble apoyo permitido por los benevolentes cuadritos 4 y 5.

Golpe de los pies contra el piso, exhalación fuerte y cabeza caída hacia atrás mientras sus labios secos por la respiración fuerte, esbozan una sonrisa amplia de tranquilidad y satisfacción. Sin abrir los ojos vuelve a su punto cero de equilibrio, levanta los brazos en un gesto brusco como de aleteo y vuelve a saltar. La ruana ondula como siendo arrastrada por una corriente de viento hacia el infinito y ella se hace un rollito fácil de levantar para que el viento se la lleve como cometa perdida por el cielo.

Se oye a lo lejos un saxofón con tonadas caribeñas y ese sonido salitroso de las bandas de la costa. Lúcuma se desconcentra, abre los ojos y se da cuenta que le estamos tomando fotos, se agacha, recoge su ficha, la vuelve a tirar y empieza de nuevo eso si, con los ojos bien cerrados.

Cuando termina se acerca. Su presencia es mas imponente de lo qué pensábamos, entonces antes de preguntar nada o chocar las manos, me mira fijamente a los ojos y sentencia:

-Es simple, por ello a algunos se les antoja sencillo, sin mérito. A mi me va a llevar toda la vida porque además ya me sé el final. Mañana a la media tarde voy a estar en Cauchiche por si quieren pasar.

Recogió sus chanclas y se fue tarareando su versión de la segunda voz del saxofón que aun sonaba en el fondo. Atónitos por el hallazgo, decidimos salir a la tarde siguiente a buscarla, su danza traía reminiscencias que como pegasos halaban nuestra alma en un vuelo ascendente hacía no sé dónde. Ese destino lo descubriría después.

Había algo en el encuentro con Lúcuma que me advertía un sabor amargo en su existencia solitaria y en sus palabras que trataban de responder preguntas que nunca formulamos. No quería pensar que su extraña situación era lo que le atraía sino más bien esas reminiscencias tan profundas que flotaban en mi cuando la veía saltar, pero en ese momento de lo las reminiscencias no lo tenía claro y tal vez por eso sentía un poco de temor a terminar botándole corriente a una historia lastimera y estéril. Nunca fue así, y eso se lo debo a ella, que tenía bien clara su propia secuencia de vida.

Yo salí esa tarde a buscar tiros de cámara, encuadres y puntos de vista bajos que me permitieran un gran porcentaje de cielo azul limpito en la foto. No esperaba más explicaciones sino más bien datos insignificantes como nombre, edad, intereses y obviamente, si quería algo de dinero por las fotos que estábamos tomando. Después de la danza, las fotos y la tarde, nos encontró la noche en medio de una disertación calmada acerca de la Pacha-Mama, esta bola de agua y tierra que del universo hemos heredado. Es difícil eludir el tema cuando uno se encuentra disfrutando de ella, de la Pacha, que no pasa siempre ni a todo el mundo y menos a aquellos que viven en un cubículo cuya única ventana es la pantalla de su computador, verdugo que los mantiene esclavizados e inertes.

De un tiempo acá he venido refiriéndome cariñosamente a aquellos individuos como gente monotono, aquellos que no habitan este planeta, sino que están más allá en un ego-cosmos donde solo caben análisis de si mismos y también adulaciones constantes al espejo.

Lúcuma no era monotono. Tenía tantos matices como el verde de la selva amazónica y tantos climas como las altas montañas de los Andes. Sus carcajadas que se aparecían de repente sin razón nos hacían siempre perder el hilo de lo que estábamos hablando y caer durante horas en el recuento de experiencias y anécdotas de la infancia. Y es que estar con Lúcuma era como volverse otra vez niño y reírse sin sentido de sus propias tontadas, o representar pésimamente el acento de un español mezclado con argentino.

Si, tomamos unas fotos bellas de esa danza suspendida cuadro a cuadro. Cuando cayó la tarde noté que el juego no llegó muy lejos, entonces apenas ahí se me ocurrió preguntar:

-Dibujas siempre los mismo números?
-Si, así es el juego, después del 8 llegas al cielo
-O sea que tú no has llegado al cielo.-
-No. Pero voy a llegar. Son solo 8 casillas.
-Si, pocas en realidad.
-Si, pocas pero no fácil.

El juego era sencillo y dibujarlo en el piso era tal vez una cosa tan corriente, posible y sencilla que afortunadamente no despertaba el interés arrollador y hambriento de los turístas o transeúntes. El juego se desarrollaba lentamente sin ningún protagonismo y se terminaba en otro cualquier momento. La danza era esforzada y sobretodo tensionante, especialmente en el caso en que tuviera que recogerse la ficha en la casilla número 5 estando parado en un pie, en la casilla número 4.

Había quedado claro en nuestra charla acerca de La Tierra, que en todos latía fuertemente una conciencia naciente en busca de un código de convivencia con la madre-tierra donde el respeto hacia la vida en todas sus formas, permitiera que el ser humano detenga la continua devastación de nuestros recursos naturales, que son la única posibilidad de supervivencia. Habíamos comentado largamente como habíamos empezado a sentir en nuestros amigos y compañeros en general la presencia de la misma conciencia como un llamado ahogado tácito siempre presente. Era claro, buscábamos respuestas pero también buscábamos preguntas y más allá de eso, queríamos buscarlas y encontrarlas no con la razón sino con los sentidos, con el sexto en particular: la percepción.

Eso era nuestra desplazografía, la respuesta que estábamos buscando. Y para Lúcuma vendrían respuestas? Su geoglifo tenía esa condición transitoria de lo efímero, era también además de performance, un objeto de arte efímero. Primero lo entendí como mapa de juego, luego como ceremonia, pero ahora me parecía que era una ceremonia de oráculo donde mediante alguna interpretación extraña, la Pacha respondería preguntas o por lo menos las plantearía.

Puse el tema durante la sesión del Nevado de Pastorurí, en la Cordillera Blanca, en el Perú. Me sonrió cuando le explique las interpretaciones que había hecho del objeto efímero que era para mi, la golosa pintada sobre el suelo. Después dejó perder la mirada en ese horizonte blanco de picos nevados sobre cielo de nubes inmaculadas y al cabo de un rato repuso:

-Sin ánimo de parecer conciliadora, y más bien alentada por la sorpresa que me causa que hayas interpretado tan acertadamente, debo decir que es todo al mismo tiempo y más. Es respecto a ese embrollo de cosas juntas al que me referí aquella primera mañana en la playa.

También me causaba sorpresa lo del múltiple acierto, pero el mar inmenso de posibles nuevas interpretaciones me dejaba perpleja. Empecé a sentir que quería ir un poco más allá en mis interpretaciones y entonces le pedí una tarde fría en Bolivia que me dejara jugar con ella, dibujar juntas la golosa, saltar de casilla en casilla, llegar al cielo. Volvió a dejar perder su mirada en el vuelo zigzagueante de una bandada de pájaros y finalmente dijo:

-Está bien, pero yo mando el juego.
-está bien, asentí.



Nos encontramos en una mañana clara y despejada en el Cerro de La Pacha-Mama en la isla de Amantaní en medio del Lago Titikaka, con 180 grados del mural más vibrante y hermoso que haya alguien podido presenciar. Verla jugar durante tantas sesiones me había permitido observar claramente las condiciones del juego, estaba muy emocionada con la idea, aun cuando tuviera que entregar la cámara y olvidarme de la exposición correcta y la velocidad.

Sacó una tiza aguamarina, y empezó a dibujar la primera casilla al mismo tiempo que hablaba.

-Mirá, la cosa es así. Yo escuché una vez una historia de una persona que salía todas las mañanas a recoger los caracoles que la marea baja dejaba en la orilla y los lanzaba al mar para que no murieran secos por el sol del medio día. Lo hizo durante años y cuando se murió, yo creo que hubo una gran confusión entre los caracoles, pero también creo que en el cielo, ha de haber muchos caracoles agradecidos con él porque salvo a su hijo o a su hermano, o aunque sea un familiar lejano o un líder colectivo. Caracoles que lo saludan cordialmente en la mañana cuando sale a la playa a realizar su rutina.
Entonces me di cuenta que era esa la pregunta, la respuesta y demás cuestiones. Que se trata simplemente de hacer primero un rayita, mientras tanto deslizaba su mano verticalmente sosteniendo la tiza fuertemente, luego otra y así hasta cerrar la cajita y ahí, cuando terminás, entonces la mirás bien y la bautizás: 1. Poco a poco continuas con la numero 2 y así sucesivamente hasta llegar al 8, permitiéndole al 4 y al 5 estar al mismo nivel para vivir bajo dos ópticas diferentes y poder discernir en esos momentos que se hace tan necesario. El 7 y el 8 también comparten nivel y esa condición neutral de tener un pie en uno y otro en el otro, para que aprendás a estar en un lado y al mismo tiempo en el otro y para que apoyado en esa diversidad saltés decidido al cielo. El juego, es una ceremonia que canaliza mis energías en un compromiso de constancia y conocimiento con lo simple, con el ahora inmediato y con la posibilidad de transcender esta vida. Si querés saber si me ha dado respuestas, pues me parece que ha sido como una brújula para el auto-conocimiento, para poder hacer el camino de regreso a mi misma.

-Claro, como una brújula marcando siempre el norte. Repuse.
-No, mi brújula, marca siempre al sur. Giró todo su cuerpo de tal manera que el sol de la tarde bañaba su lado derecho con una luz anaranjada y empezó a saltar la golosa en esa danza parsimoniosa de ceremonia. Cuando llegó a la primera base de descanso, el rectángulo que comparte el 4 y el 5, se giró hacía mi, que la veía desde la entrada de la golosa y me invitó a jugar tras ella, mientras movía sus dos manos insistentemente como tratando de jalarme. Empecé a saltar y a sentir ese viento elevándome. Me dejé perder en mis ojos cerrados y dancé número tras número. Empecé a sentir un grito, una voz que repetía y repetía algo que no podía descifrar.

De pronto siento alguien que me toma del brazo y me dice cerca:

-Hace raaaaaaaaato que te saliste de cuadro. Mira no pases de este montecito. Andrés me señala un montecito de pasto y se aleja hacía donde está la cámara en el trípode.

-Listo, empieza a saltar. Me grita.

Cierro los ojos, cuando salto al número uno, siento como si una fruta fresca se exprimiera en mi alma y me conectara con la Pacha, con la raíz de lo que soy, a lo que pertenezco. Me pareció que le quedaba bien el nombre de Lúcuma, como una fruta dulce que conocimos en el Perú.


SILVIA OJEDA
Buenos Aires, Argentina
Octubre 10 de 2006

siempreunpocoestás


no podría saber qué estoy haciendo
con cada timbre sabía que tus manos estaban
holding tight, don’t wanna let go
que tu boca estaba rozando, como tantas noches lo imaginé
y qué estoy haciendo?
tan lejos
de pronto unpocoestábamos
entre el aquí y el ahora
volando con los ojos cuando se despojan del cuerpo
y se van a verte
en ese mundo onírico solo mío
donde habitas hace algunos días
te hablan y te cuentan los planes de vuelo
claro, también vuelven,
aterrizan contra el piso cuando
como hoy,
me dan unas infinitas ganas de escuchar tajabone
y pensar, qué diablos estoy haciendo.

debería dejar volar los ojos al mar
pero también te encuentro en el mar
dejando huellas hondas en la playa
mientras llego con el viento
y te tumbo y me tumbo
y me despojo otra vez
y me entrego

hay más en la memoria onírica
de todas estas noches
hablándote, besándote
comosiaquíestuvieras
pero no estás,
no se si quieras estar
aunque te busque y te encuentre

darse la vuelta
y volar con los ojos
al otro mundo
el que habitaba antes de que
vinieras a besarme con tu boca

si, darse la vuelta y no mirar
atrás
dejarlo sólo para las noches
cuando quisiera tenerte sobre mi
cuando mis manos se vuelven tu cuerpo
y vuelo a ver tus ojos
en ese mundo sólo mío
donde
siempreunpocoestás

MEDIANOCHE

es medianoche
los ojos empiezan a inundarse
y este tiempo de no verte

es medianoche
he tomado un baño de agua caliente
para alejar las tormentas

podría seguir esperando
que pasen las horas
turbulentas, atropelladas

pero prefiero ahogarme
en ti
por los siglo de los siglos…

pero me merezco otros lugares
menos comunes
esos que se vuelven prado verde

sonidos salitrosos de trompeta
risa de loca o loca de risa
beso frustrado
perdido en tanta palabrería
que no se ha de decir
para no volverse a
atropellar por las horas
en que no estás

adiós
me quedo con el aire denso
de las noches sudorosas y calientes
me quedo con el lecho ardiente
con los besos repartidos en la espalda
rodando como gotas de sudor por la entrepierna

volveré a verte
siempre
volveré a olerte
siempre
y después me iré
siempre