lunes, 22 de junio de 2009

de esas cosas que uno se encuentra leyendo y se impresiona...

"...poseía una personalidad y una inteligencia tan persuasivas como deliciosas, rica en cultura y humor. Estar a su lado era una alegría. Su cuerpo provocaba vértigo, una piel suave, una mata leonina de pelo, unas piernas largas y juncales, una figura tan llena de curvas que pasar la mano era como un viaje en montaña rusa. Tenía encanto, ingenio, era una tenaz consumidora de cultura y una fiera en la cama..."

Cuentos sin plumas
Woody Allen
...esto se lo dedico, a los que trabajan por un sueldo bajito, pa darle de comer a sus pollitos...

Residente Calle 13

Calle 13 Feat. Ruben Blades - La Perla

jueves, 11 de junio de 2009

Agua

Unas botas rojas
de rayas
un poema
que me congele
bajo el agua
bajo el manto azul
bajo los tiempos
sin temor
de volarte
en medio de la tarde
y el viento...

martes, 9 de junio de 2009

domingo, 7 de junio de 2009

Noche, 3 am

En esta noche de decepción, ira e intranquilidad quisiera decir algunas cosas como que “its only been a week, aunque parezca un año, nada pasa y habría que enterarse menos de lo que pasa fuera, debería encubrirse uno un poco de las situaciones vitales y no dejarse arrullar por el movimiento de las pasiones, que vienen desenfrenadas con energía mareólica. No es necesario describir con letras las imágenes, pues las cosas inanes de materia se esfuman, como analogías y crucigramas. Luego entonces queda la noche, esa que deviene el verdadero ser inerte que yace dormido en nosotros como un pedazo de suerte loca, sin madre ni padre…empieza la historia con una muerte lenta de esas pasionales, media torcida, que se reconoce solamente en un espejo cubista que tiene ella en la parte alta de la habitación. Habría que decir alta, porque la habitación tiene un pequeño altillo, con luces bajas de bombillos de 20 voltios. Allí se rieron mientras hacían el amor, en el altillo. Luego durmieron. Hoy me he despertado con una sensación de no ser la del altillo, y veo por la ventana como se filtra la luz y casi me vuelvo etérea. Sin querer, renuncio a todo lo que ocurre a mi alrededor. Me entero de lo que pasa por mi mente que se convierte en conocimientos metodológicamente organizados en carpetas cognitivas de las cuales se extrae cada tanto un pedazo para completar una que otra frase.

Porque si uno se pone a pensar es tanto lo que nos envilecemos por tonterías que se van convirtiendo en la vida, cuando habría que estar leyendo buenas novelas gráficas y oyendo buena música todo el día. Desayunando desnuda en tu casa. Sin nadie que te chingue la existencia. Sin que nadie pase por tu mente sin pasar por tu casa, por tu cama.

Sobretodo si son las 3 de la mañana y te has tomado dos botellas de un buen vino tinto.

martes, 2 de junio de 2009

Tachuelas

Basada en una idea nacida en una caminata por la ciudad con mi amigo, el autor.

Lo último que toma Silvia antes de salir es el tarrito con las tachuelas, un tarrito negro un poco más grande que el de un rollo de fotografía, ¿se acuerdan?, que Silvia mantiene lleno de tachuelas para arrojarles a los aborrecidos carros que recorren todos los rincones de la ciudad, y que siempre está sobre el murito de la salida al lado de la puerta. Casi nunca se olvida y para cuando eso pasa, Silvia guarda entre los bolsillos de todas sus chaquetas y abrigos, una chaqueta, un abrigo, dos o tres tachuelas sueltas lista para ser arrojadas o puestas ante cualquier impulso que sienta o ante cualquier imprevisto. Esta mañana cuando tomó el tarro sintió que estaba vacío, recordó la noche anterior en la que el tarro se desocupó ante una hilera de carros que esperaban haciendo estorbo en la calle, quitando espacio para caminar esperando a que acabase algún evento, algún show, como una comida o algo así. Hubo una tachuela para cada carro y Silvia recordó que se tomó el tiempo necesario para asegurarse que cada tachuela quedara bien puesta, que no se desperdiciara ninguna, que en cualquier momento de la noche o a más tardar de la mañana siguiente, la llanta estuviera sin aire. Fue a buscar entonces en el tarro grande y rellenó el de salir. Se puso encima el abrigo negro, más que un abrigo parecía una capa, y salió a la calle, al día frío, gris-verdoso y plomizo. Para su sorpresa no se encontró con ningún carro que ameritara una tachuela en varias calles luego que empezó caminar, hay que escoger, siempre hay que escoger porque de lo contrario Silvia no tendría un solo momento de descanso ante lo irremediable de suelo asfaltado. Mientras caminaba recordó el día en que entendió que su tarea no consistía en acabar con nada sino en pinchar llantas, simplemente, como una labor cotidiana ejercida durante toda su vida, de pronto se quedó rígida en la calle frente un pequeño coupé plateado, aderezado todo para parecer un auto de competencia, algo más horrible y más inútil. Con el pulgar de la mano derecha Silvia retira la tapa del tarro adentro del bolsillo y se decide por tres tachuelas; dos en la llanta izquierda delantera, y una en la trasera derecha. Silvia las deja y se retira a un lugar para observar quién es el dueño del carro que ha intervenido como ella misma dice. Luego de una media hora, un hombrecito de un traje apretado y sudoroso, desactiva el sistema de seguridad, ¡bip!, Silvia espera de pié en la acera al otro lado de la calle, el motor se enciende y el carro arranca, Silvia escucha como por lo menos dos de las tres tachuelas se clavan, espero que sea una en cada llanta y no sólo las dos delanteras, mejor dos que una, luego Silvia se retira dejando caer los pasos y una sonrisa llena de orgullo y satisfacción por la labor cumplida. Dos calles más adelante Silvia se encontrará con una patrulla de la policía y se decidirá por cuatro tachuelas, es una labor difícil sobre todo si la patrulla está vacía, pero Silvia siempre ha sido valiente y sabe como tomar riesgos, y además siempre ha tenido suerte con los tombos; nunca nadie dijo que una labor por ser cotidiana fuese ligera, tranquila, es más bien todo lo contrario, sobretodo después que has comenzado, que has arrojado la primer tachuela….

j.r.r.

lunes, 1 de junio de 2009

Príncipe de Gales

La cosa nació como un destello mágico. Cada segundo inspiraba el siguiente casi sin proponérselo. El viento pasaba y traía tanta risa, tanto de eso de entenderse con la mirada pero también con las palabras, y con el tacto, ah el tacto, eso si que resultaba bello. Luego llegaron y volaron misivas como escritas por algún inquilino atrincherado en medio de la confusión. Se escribió en diferentes lenguas, recuerdo tener que recorrer calles rotas y malolientes buscando un viejo abuelo de Burma para después retorcerme de la risa con alguna de sus aseveraciones crueles pero leves, de ese humor que no puede ser negro sino como rosa subido, como fucsia que sale en camiseta y medias interrumpidas por chicle o lycra, dependiendo del dialecto, porque también se escribió en diferentes dialectos, unos tan obvios que había que ducharse para liberarse de la melcocha que lo había terminado por envolver a uno, en cambio otros tan emocionantes! a mi me gustaba que me llamara Konsomola y se despidiera en ruso, con letras que puestas frente al espejo no eran mas que graciosas frases dibujadas con la rectitud de esa nación que hasta en su caligrafía se le puede ver tan rígida y distante.

Siempre supe que algún día las misivas se iban a acabar, sentía mas que miedo, algo así cómo un constante interrogante, qué iba a ser de mi entonces, a dónde habría que ir, y las cartas? tendría que deshacerme de ellas a como diera lugar, pero era justo desaparecer tanto de literatura, de gozadera, como discos de vinyl llenos de canciones dedicadas a lo no importante para poder decir entonces dos palabras importantes que yo descubría después de visitar tantos escenarios casi como alucinando y volverme bruja para poder entender que la mezcla de ascanio y nitrato de sodio da como resultado ir a Mercury Street a buscar otra misiva que me llevaría a comprar almendras cubiertas con chocolate para poder comunicarle urgentemente que era preciso moverse pues ya alguien había estado haciendo preguntas sobre mi extraña presencia en ese conventillo y no era prudente, por más que nos gustara tanto como se filtraba la luz por el zaguán y el cerezo entonces nos regalara sombras cambiantes sobre los azulejos de altar que quién sabe por qué terminaron en ese zaguán, de ese conventillo.

Y entonces me la encuentro bajo el puente vestida de burguesa, con ese abrigo príncipe de gales tan viejo pero que le entallaba tan elegantemente la cintura, que nadie podía en medio del asombro y el suspiro, más que darle el paso o echarle una de esas miradas llenas de envidia y admiración. Pasa cerca de mí, yo ya la había divisado, me acuerdo tanto la tarde que encontramos ese abrigo colgado en el perchero del café nuevayork, donde siempre salíamos con una tartaleta de limón que nos devorábamos en minutos para después sentarnos en una banca a disfrutar de esa avenida tan bella, siempre, menos ese día que tuvimos hasta que olvidar la tartaleta para poder salir rápidamente sin despertar sospechas y luego correr muertas de risa sin parar, hasta el zaguán, que ese día le entraba el sol como nunca e iluminaba el minúsculo hilo plateado que sirvió como seña para reconocer que se trataba de un paño real príncipe de gales y por ende había que aprovechar y no dudar. Cuando la vi bajando la alameda para pasar debajo del puente brilló una vez más el hilo plateado entonces supe que entre la gente como nosotras no había coincidencias aunque la verdad fuera que no era difícil suponer que a esa hora de la tarde yo iba a cruzar el puente por debajo buscando algún pedazo de madera podrido que me sirviera para el collage del momento.


Entonces pasa con cuidado, que las alas no se rompan al volar-,
me dice susurrando al oído e inmediatamente grita, oh no, otra vez dejé olvidado el paraguas! Y corre de vuelta mientras las miradas la siguen y el hilo plateado delinea la cintura. Vaya, habría que ir grabándolo todo en la vida para no olvidar esos momentos donde lo realmente importante se vuelve advertencia y también poesía, pienso.
Y entonces vuelvo al conventillo, me siento en el mismo murito mientras leo una novela policíaca poco interesante, vislumbro de reojo el zaguán y las sombras del cerezo. Portazo. Pasos de esos tipos corriendo como suelen correr, chocando las botas fuerte contra el piso. Sigo mirando de reojo las sombras del cerezo, y con esta luz tan bella de las 5 de la tarde, pienso un poco melancólica. Pasos apresurados trastabillados. De reojo la veo entre tantas manos que la sostienen fuertemente.
-Allá donde voy no entra la luz. Tu, quieres un verdadero príncipe de Gales? Se sacude fuertemente las manos que la sostienen, se quita el abrigo y lo deja tirado ahí mismo, en el zaguán. Pasos apresurados y enredados de los tipos y suyos. Dejo el reojo y miro fijamente como el hilo de plata empieza a brillar y a jugar con las sombras del cerezo.

Siento el camión alejarse y entonces me levanto y recojo el príncipe de Gales, veo como me marca la cintura que casi el cerezo canta, me abrazo. Manos a los bolsillos. Misiva. Oh, fantástico ahora encontrar quien hable serbio.


SILVIA OJEDA
Julio 13, 2008
Teusaquillo.

reflexión

La masiva propensión a los narcóticos revela una falencia espiritual en la época. El problema no es acabar en lo inmediato con el consumo a través de una eficaz política policiva o de salud pública, sino reconstruir nuestro sentido de lo sagrado, la mayor pérdida de occidente desde que la institución monopolizó la comunicación con Dios y confinó la espiritualidad en un lugar externo al hombre. La misma boba externalidad y dependencia que hoy, curiosamente, nos propone el goce narcótico.

CADAVER EXQUISITO MARZO 6 DE 2009 CASA DE SAM Y ALE

CADAVER EXQUISITO MARZO 6 DE 2009 CASA DE SAM Y ALE

BIENvenidos todos
al azul
entran todos en esta
clase de mecanografía

a´8
Aaá
bueno, llegó el momento de decir…
punto seguido.
quien puede saber si es más fácil tener razón en una tarde rosada de esas que últimamente pegan en las ventanas de los edificios de al lado,
las medianeras…con ventanas

LAS MEDIANERAS
esas que nos encantan a ti y a mi y a todos
estamos en la buena SALSAAAAAA
Y CUBA CUUUUBA CUBA CUBA
CERRAR LOS OJOS Y CORRER A LA LUNA
DE ESTA GUAMA////NI UNA PEPA
QUIERO TU/
dicen que los cuchillos pero yo te digo caricias, poesía, chi….

Como no, comi no, plátano coli o colicero pero sabe bueno
mas noches, mas cuentos y el plátano en nuevas presentaciones :)
es el final amigo es el final
todo el maldito mundo está fuera de lugar
porque cuando se levanta la cara de lo que fue tu mejor amigo y es un….
solo una cantidad de gente hablando aquí
que los no..nos hablan por la noche
ello que fue….salen de los árboles
la íntima conversación

Menos mal me quedas tu, con tu príncipe de gales,
entallándote la cintura, y es eso, la cintura, tu cintura, mi cintura o con tura literatura…
llegamos, se estalló
lo que necesitamos, lo que somos tu y yo,
lo QUE SOMOS

Y LO QUE SIGUE, CINTURA TURA, AH Y TU CINTURA
VIAJO
VIAJES COLORIDOS
VIAJES COLORIDOS POR LA NOCHE CON EL DULCE SABOR DEL AGUA
YA NO RECUERDO?
O TAL VEZ SI ES PRESENTE PERO TE BUSCO LADY STARDUST
QUE SI CULTIVAS BADEA O BABA
O TE QUEDAS O TE VAS
O TE LLEVO O TE LLEVAS
CREO QUE TE LLEVAS Y ME LLEVAS
COMO SEA PERO LO IMPORTANTE ES QUE ME VAS
THE END

yo veia a las 3, quiero ser, qué locura, déjeme decirle…
yo no tengo problema, me arruncho, contigo
quien eres? Lo se.
un ave, vienes y vuelas sobre mi piel como mordiéndome
ah y se va, el aliento…

EDITORA SI
ELLA
no es poesía es HILOROJO
es lo que viene en la vida
sos vos con proa
pinkfloyd sidbarret
vida colores sabores sonidos cuerpos ojos
that cat something I cant explain

no hay palabras
no hay razones
solo adioses y hastaluegos
no sé cuándo
no sé dónde…
entonces se vuelve trampa
te vas y queda sólo la obscuridad
está bien, quiero todo de ti, y de ella,
la sombra de mis noches vacías de años luz,
luz de tu mirada…

el principio del final
el final del principio

vIenToCiElo

quisiera escribirte algo a ti
cielo
palabras que broten viento
a mi
cielo
viento que vuela
suave
como líneas mutantes
de esos jets que dejan huellas
en el cielo
como la que dejaste
con garabatos mutantes
como esos que dejan los jets
cielo

vienes desde lejos
y mi olor te toca
y me preguntas
y me reconoces desde siempre
con el pelo bien peinado
antes de subir al cielo

y me pregunto
líneas de mi vuelo ardiente
ese vuelo empezado desde siempre
desde una tarde con escaleras en espiral

quieres vuelos
en este viento
que augura pesadillas
vómitos y ganas de llorar
pero que es vuelo
como esos que hacen los jets

mi vuelo
de viento
te revuelca
suavemente
aunque tu
cielo
parezcas inmutable
te mutas
y te retuerces con el viento
cielo
y entonces ya no hay dos
hay comunión
viento
cielo