miércoles, 22 de abril de 2009

lunes, 6 de abril de 2009

sobre la dosis mínima

Aunque las columnas de Daniel Samper hijo suelen resultar discriminatorias y aburridas, debo admitir que en este caso fue capaz de decir aquello que ningún otro periodista se atrevía y lo aplaudo por ello...el quote, con gusto, para ustedes... "...La medida me produce muchas preguntas prácticas. Porque si sancionan la ley, ¿de verdad piensan arrestar a casi toda la clase dirigente colombiana?...

y ahora lo más inteligente de todo:

"...Siempre he creído en la legalización de la droga por varias razones: filosóficas, porque me parece que, desde que no moleste a los demás, cada quien tiene derecho a hacer lo que quiera con su tabique; ecológicas, porque el daño ambiental que producen las fumigaciones es peor que la droga misma; ecuánimes, porque ahora las drogas nos afectan a todos y si las legalizan afectarán sólo al que voluntariamente las elija; económicas, porque cuando pierda la inmensa rentabilidad que la prohibición le proporciona, el de la droga dejará de ser un sangriento negocio imposible de combatir..."

www.lasilvie.blogspot.com

jueves, 2 de abril de 2009

A mi, por favor, llámenme feminista…

Con gran preocupación me he ido encontrando, cada vez más, con aseveraciones muy incorrectas acerca del feminismo en los medios masivos de comunicación. Hace algunos meses, escuché a la directora de la Revista Aló en su discurso de celebración de los 25 años de la revista, invitar a las lectoras a ser “más femeninas y menos feministas” como si no estuviera al tanto de que gracias al feminismo ella puede hoy, dirigirse a un público diverso, algo que estuvo vetado para las mujeres durante siglos. Pero más allá de la ignorancia como se afronta el tema del feminismo, me impresiona su relación con la equívoca idea de que el feminismo aleja a las mujeres de la feminidad. Recuerdo haberme encontrado en el editorial de la revista Cartel Urbano, con una prosa escrita por una mujer que prefiero no recordar, en la cual pedía a grito herido que se acabaran el feminismo y las mujeres feministas porque a ella le encantaba que le invitaran a un trago o que le abrieran la puerta del carro. Entonces el feminismo, a manos de los ignorantes incapaces de hacer una investigación un poco mas a fondo sobre una corriente filosófica que ha permitido conocer los múltiples talentos y capacidades de las mujeres, se convierte en una frivolidad donde supuestamente las feministas no tenemos el pelo largo, no nos ponemos bonitas y no dejamos que nos paguen la cuenta. Pero a quién se le ha ocurrido esta tonta idea? Cree la periodista de la revista Cartel Urbano o la directora de la revista Aló que las mujeres que salieron a exigir el voto femenino reclamando su derecho a elegir sus gobernantes estaban pensando en que les abrieran la puerta? O será que prefieren ellas ser tratadas como inútiles y que no sean tomadas en cuenta sus opiniones por su género? Y qué pasa cuando no puedes acceder a trabajo bien remunerado y a las condiciones laborales de ley por ser mujer, no se despelucarían un poco entonces éstas femeninas mujeres?

Yo no puedo permitir que al feminismo, que nos ha permitido expresarnos en la diversidad y no reclamando ninguna similitud al género masculino, se lo encasille de una manera tan superflua y tendenciosa. No queremos ser iguales a los hombres, no podríamos en todo caso, de eso no se trata el feminismo. No queremos pelear con el género masculino ni llamarlos mas o menos, ni compararnos en nuestro actuar. Somos diferentes, nos entendemos en la diferencia y allí no hay duda.

El feminismo hace repensar el género femenino en su rol dentro de la sociedad, de frente a todos sus desafíos y sus responsabilidades. Nos interesa replantear las relaciones humanas desde la mujer hacia todos los integrantes de una sociedad, volver a recorrer la historia buscando talentos femeninos, analizar cómo ciertas actitudes, de hombres y mujeres (porque a veces hay mas mujeres machistas que hombres), nos ponen en situaciones de desventaja. No es problema que me pagues la cuenta, siempre y cuando ello no me convierta inmediatamente en una persona con menores capacidades. La acción no se puede juzgar, ni la persona que la hace, pero a aquella que lo permite me gustaría invitarla a entender el feminismo como una corriente de pensamiento para que nuestro rol de cara a esa sociedad que tanto nos exige, esté en constante evolución y transformación, claro sin pasar por las frivolidades del largo del pelo o de la puerta del carro sino más bien exigiendo más respeto en el espacio público, más respeto en el entorno laboral ante nuestra forma de afrontar las dificultades, más entendimiento hacia la maternidad como un derecho y no como una obligación, más conciencia hacia los miles de casos de abuso sexual infantil que se dan en su mayoría en niñas. Gracias a esta corriente de pensamiento Ángela Benedetti presentó el proyecto “Para el uso del lenguaje con perspectiva de género” en el consejo de Bogotá buscando revolucionar el lenguaje con el fin de que las palabras sean menos sexistas y más incluyentes en la construcción de una sociedad menos discriminatoria y mas justa.

Entiendo que exista un mal entendimiento del feminismo por parte del genero masculino, que hasta el día de hoy no ha generado corrientes de pensamiento autocríticas que les permitan entender las relaciones humanas desde su propio género, desde aquellas cosas que los hacen hombres, que les permita entender porque es mas doloroso el abandono cuando es por ir tras otro hombre o por qué no es tan grave la infidelidad cuando su mujer se acuesta con otra mujer.

Ahora, que mujeres que usan los medios para comunicar opiniones, que han asistido a una universidad y se han formado, que hacen lo que les gusta y les pagan por hacer lo que mejor hacen, que pueden votar y elegir a sus gobernantes como también decidir a qué hora llegan a su casa, todo lo anterior gracias a la lucha feminista que se ha gestado durante años a manos de mujeres concientes y valientes, quieran convertir al feminismo en otra frivolidad del mundo capitalista e inconsciente en el que vivimos, es algo que no puedo comprender y que mientras pueda escribir, no voy a permitir.


He dicho.


SILVIE OJEDA
03/09